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La Marca de Dios
Quien es Dios,
Más que la benevolencia toda,
Que siembra la vida,
en el huerto pestilente de la muerte.
Que siembra la verdad,
en el cubil corruptor de la mentira.
Que siembra la luz,
en el pozo desolador de la tenebra.
¿Que sabrán los Bush-Laden,
sobre el deovolente Ser que al universo vela?
¿Que sabrán los talicanes
sobre justicia libertad paz y concordia?
¿Qué sabrán los biskopones
sobre el Dios de verdad sin condiciones?
¿Qué sabrán los politólogos, teólogos, cientólogos,
sobre el hambre de pan y de saber,
que al humano desvalido y triste,
aflige sin pudor en mundos tantos,
que contarlos es tarea de titanes?
Óyeme Abrahmita
Óyeme Cristiano
Óyeme Islamita
Óiganme creyente y descreído
¿Crees acaso que Dios va a tus templos,
a escuchar las mentiras que le dices?
¿Crees acaso que a Dios le importa,
el color del estandarte que tu esgrimes?
¿No dicen pues de El que es innombrable?
¡No tiene nombre!
¡Tiene mil nombres!
¡No tiene presencia!
¡Es solo conciencia!
Tu conciencia de Dios es un engaño,
si solo de palabras se compone.
No son tus ceremonias,
ni tus formas de decir o de rezar,
no es ese bulto de monedas,
que a regañadientes das.
¡No, no es eso lo que a Dios le satisface!
Son tus acciones,
son tus valores,
es tu criterio y tu fe.
Fe en una humanidad sonriente,
Esperanza en la verdad,
Caridad con tus pares sin reserva,
Calidad y Coherencia entre tu vida y tu Conciencia.
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